lunes, noviembre 06, 2006

"como parir un perrito" tsukinota dixit

ya se que salio en otro blog pero bueno, hay personas que no entran en el otro y lo queria poner aca...
La sensación fue fuerte, supe que el proceso había culminado.
Todo lo anterior quedaba atrás, de hecho lo había borrado de mi mente, era como si los recuerdos no existieran, como si todo mi mundo empezara en este momento, nada me había llevado allí, todo comenzaba en ese momento, el momento en el que debía llegar.
No se cómo ni de que forma alcance arribar a las puertas del hospital, la sensación crecía, era el día, todo iba a terminar ahora.
Apenas llegue me estaban esperando, o al menos eso me hicieron sentir, una silla de ruedas me aguardaba tras la entrada. Un grupo de enfermeras empezó a tratar de calmarme, yo estaba tranquila, ellas parecían no estarlo, corrían de un lado al otro, me empujaban, se cruzaban, avisaban cosas, gritaban y yo ahí, en mi bata sentada, con ese enorme vientre que me estaba pesando cada segundo mas.
Me ubicaron en el cuarto. La cama estaba fría y la luz era muy amarilla. Era lógico, habían pasado mas de las doce y la habitación era muy chica para mi gusto.
Me acosté todavía con mi ropa de cama, inmediatamente me pidieron que cambiara por la bata de hospital. Nunca vi nada menos estético, uno queda con sus partes traseras al aire, nunca entendí cual es la lógica de eso, si es para taparse o es un invento de las largas horas aburridas de guardias para hacer pasar vergüenza al paciente ridiculizado con ese pequeño trapo atado en la espalda.
Bueno, la cuestión es que yo estaba a punto de parir, los minutos se acercaban y yo lo sabía, quienes no parecían atentas a eso eran las enfermeras, que corriendo de un lado al otro ni me prestaban atención.
Solo tuve contacto con ellas cuando una se animo a preguntar.
La pregunta iba a llegar, se notaba que la esquivaban hasta que una me pregunto si era verdad que estaba por tener un cachorro de perro. Para mi era natural responder a esta altura esa pregunta, lógicamente la respuesta era si y no ignoraba lo extraño del asunto.
Tras esa vinieron mas, ahora todas parecían con alguna duda, ya no me bloqueaban la visión, estaban todas a mi alrededor, abrazando bolsas de algodón, investigando.
Mientras tanto yo, abierta de piernas sobre la cama, trataba de satisfacer sus respuestas. No quería que unieran datos crudos con irrealidades. La verdad es que no había tenido sexo con animales como todos los que llegaban se animaban a preguntar. Todo era parte de un experimento que no recuerdo ni para quien era pero la cuestión es que por inseminación in-vitro yo había concebido un perro en mi vientre y éste se esforzaba en salir mientras estas enfermeras curiosas trataban de investigar mas y mas sobre el tema.
Fue un segundo, un pequeño empujón mal dado que hice y de repente empecé a sentir que una bola mojada salía de mi, no podía evitar la dilatación, sentía que todo se estiraba lentamente. No estaba incorporando aire, todo estaba, en mi, saliendo. un suspiro y quedo afuera. Mis piernas todavía no querían cerrarse, las enfermeras se asombraron, nunca habían visto un parto tan espontáneo. Yo recosté mi cabeza, no me interesaba verlo en este momento.
Una de ellas lo envolvió en una toalla y salió de la habitación. En ese momento llego el medico, que frente a su pregunta de si estaba lista para dar a luz, una de las enfermeras le aviso que el hecho ya había sucedido.
En ese momento, acostada en la cama, cuando toda la atención ya se había retirado de mi persona me pregunté solo una cosa, me asusté pensando si podría darle o no leche a mi perrito. Mire mi busto, no había crecido mucho durante el embarazo evidentemente y no estaba en condiciones de afirmar si era capaz de amamantarlo o no.
No tuve mucho tiempo de cuestionármelo, en pocos minutos las enfermeras habían limpiado a mi perrito y me lo alcanzaban.
Lo puse sobre mi panza, me miraba como si supiera que era yo quien lo había sacado a la luz, me miraba con hambre sentí yo y enseguida saque mi pecho e intenté que lo chupara pero se notaba que no entendía entonces acudí a mis recuerdos de las vacas y comencé a presionar mi pecho con el perrito a cierta distancia. Inmediatamente un chorro de leche salió disparado en forma curvada sobre la boca de mi cachorrito.
Mientras estaba en esta fuente de leche noté que en mi cuarto entraban mis amigos, no habían llegado a tiempo para esperar afuera mientras yo daba a luz, todo había sucedido tan rápido que nadie había llegado en el momento preciso.
Terminé mi acto de amamantamiento y enseguida acomodé a mis amigos en los laterales de la cama. Una de mis amigas comenzó a alzar a mi perrito y en ese momento sentí que realmente era un perro, todo mi sentimiento maternal se vio apagado, no sabía si apoyarlo en el piso y dejar que siguiera su vida o llevarlo a mi casa y arroparlo hasta que la edad escolar lo alcanzara.
Mi amiga seguía paseándolo de altura en altura mientras ese manojo de pelos movía la cola de felicidad, era un perro pensé y no se si fue en ese momento o mas tarde que otra duda volvió a azotarme. Pensé en mi cuerpo frente a este acto, que habría pasado con mi cuerpo de haber parido un perro. Me asusté, tuve miedo de que algún pelo de animal hubiera quedado en útero y que ya nada lo quitara de ahí. Y si así sucedía, me preguntaba, podría tener hijos normales alguna vez?

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