viernes, marzo 02, 2007

se inunda

hace como tres años que no pasaba.
ayer llovió y se inundó. vivo en una de las calles de belgrano que se inunda mucho y ya me había olvidado la impotencia que genera el encierro por fuerza del agua.
me refiero a todos los encierros, estar atrapado adentro como estar atrapado afuera.
ayer me tocó adentro. estaba lista para salir y el sonido de las alarmas de los autos me hizo recordar viejas épocas, me asomé al balcón y vi el río.
el agua corría con bastante velocidad y la altura recien llegaba a las ventanillas de los autos que, estacionados, eran las primeras víctimas del temporal.
la lluvía seguía y por ende, el agua siguió subiendo.
hubo veces peores, hubo días donde los autos pasaban flotando a toda velocidad por la corriente e iban estrellandose contra los arboles que se les interponían.
también hubo un día donde se debe haber roto el cristal de algún negocio porque pasaban colchones, almohadas y todo de manera excesiva.
el peor día, en mi recuerdo al menos, fue una noche en la que el dueño del ciber que tenía al lado, asustado por los estragos de la tempestad, volvió a la zona para tratar de evitar que se le destruyera el local.
llegó cuando el agua estaba bastante alta y la corriente lo fue tirando y le impidió seguir avanzando. era una noche de invierno y por ende, estar mojado no era lo ideal.
el agua subió muy rápido esa noche y este señor quedó abrazado a un árbol de la vereda de enfrente. no hacía pie, no podía moverse, el agua lo empujaba y eran inútiles los intentos desde el primer piso del edificio de enfrente, por tirarle algún cable como para subirlo por el balcón.
al final logró trepar hasta una parte del árbol donde no llegaba el agua y ahi esperó.
pero ayer no llegó tan alto el agua. solo llegó a tapar los autos por completo.
otra día me tocó quedarme afuera. me acuerdo que sentí mucha impotencia, estaba mojada, con frío, cansada. lo único que quería era volver a mi casa y estaba inundada, imposible cruzar ese río y nadar por 2 cuadras hasta llegar a mi puerta.
traté de ir a la casa de alguna amiga pero todas las zonas por donde debía llegar estaban igual.
me resigné y terminé en un bar donde conocí a una violinista histérica, depresiva y ansiosa que se llamaba marilyn. a ella parecía no importarle la lluvia, estaba desesperada, sin entender el por que su productor la había dejado plantada en ese bar. parecía no darse cuenta del temporal que había afuera.
pero ayer me quedé adentro. prefiero quedarme encerrada adentro la verdad. es una imagen imponente la bestialidad del agua y tengo una butaca privilegiada desde arriba. incluso a veces hasta me dan ganas de tirarme desde mi piso al rio. por suerte nunca lo pensé en serio.
igual hace como tres años que no se inunda pero por las dudas voy a ir emparchando la balsa.

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