miércoles, junio 06, 2007

que glamour!!

dicen que el mundo de la moda es fashion y también dicen que la primera impresión es la que cuenta.
hace un tiempo mi hermana necesitaba un traje para un evento. por obviedad recurrió a mi para que se lo realizara. yo hice hasta donde pude y cuando tuve necesidad de utilizar ciertas máquinas que no tenía, le hice el contacto con mi mas adorado taller.
quiero aclarar, para quien no está en el tema, que los talleres no suelen tomar trabajos si no son en cantidades importantes y si aceptan realizar una prenda generalmente se toman todo el tiempo del mundo para hacerla. pero repito, este es mi mas adorado taller, así que llame.
el encargado, mi querido carlos, estaba en paraguay. pero su mujer, que también me conoce, acepto que le mandara a mi hermana con las piezas de tela cortadas y se comprometió a hacérselo en el momento.
esa noche mi hermana llego horrorizada, ella tenía una visión muy distorsionada del mundo de la moda. creía que todo era fashion y glamour. no podía creer que ese lugar formara parte de mi actividad cotidiana.
de entrada me asombré yo frente a su horror ya que hoy en día todo me resulta muy familiar pero después recordé objetivamente el taller y comprendí.
yo estaba trabajando en mi primer trabajo en una marca cuando visité por primera vez este lugar. llegué con mi muestrita en una bolsa y toqué un timbre todo pelado frente a una puerta de vidrios rotos y rejas viejas. bajó un hombre petisito, de pelo largo. era verano y estaba transpirado y su ropa llena de pelusas. lo saludé con un beso y pareció sorprendido. esa vez me dejo paradita en la puerta y recibió mi muestra.
tuvieron que pasar varias muestras, supongo que como evaluación de su parte, hasta que me dejó atravesar esa puerta.
una vez arriba, llegué a una suerte de patio cerrado con vidrios rotos en el techo que dejaban pasar la luz. no había luz eléctrica encendida. desde este espacio se podían ver varias habitaciones con puertas antiguas con toda la pintura descascarada. de las pocas puertas que estaban entreabiertas se podía apreciar, en el interior, personas apiñadas sobre máquinas, muchos retazos de tela en el suelo y algunos colchones en el piso, sobre los cuales se apilaban tacos de cortes.
el calor y el ruido era insoportable.
carlos me señalo un pasillo por donde debía pasar. el pasillo era largo y a cada lado había una hilera de puertas cerradas. se podía escuchar mas ruido de máquinas y algunos llantos de bebes. No había luz y había que caminar esquivando los excrementos de perros que paseaban por ahí.
de ahí pase a un pasillo sin techo y plantas en los costados a modo de patio y de ahí a otro cuarto cerrado con 4 puertas de tela. tras una estaba el taller de carlos, 6 máquinas de coser en un espacio completamente reducido, no había aire y de las paredes salían estantes que estaban cubiertos de cortes y cortes y telas y retazos y todo lleno de pelusa. un pequeño equipito de música llenaba el ambiente de cumbia paraguaya y la humedad en el lugar era asfixiante.
esa fue mi primera impresión pero fue extraño vivir esa experiencia de vuelta a través de los ojos de mi hermana ya que hoy en día no puedo vincularlo a sensaciones que no tengan que ver con lo cómoda que me siento cada vez que voy.
es mentira, en algunos casos, que la primera impresión sea la que cuenta y definitivamente, el mundo real de la moda esta muy lejos de ser fashion ya que habiendo convivido con esta realidad durante mucho tiempo puedo decir tranquilamente que para muestra solo hace falta un botón.

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